Cada vez escucho a más personas que dicen que no les gusta la Navidad alegando que se ha convertido en una época del año totalmente consumista y vacía de sentido. A mí, me tendrás que perdonar, me encanta. Son días en los que me permito bajar un poco el ritmo de trabajo para dedicar más tiempo a familia y amigos y, por que no, obsequiarles con algún detalle por el simple hecho de que me apetece hacerlo. Aún así, las calles iluminadas, los escaparates vestidos de largo y los mil y un anuncios publicitaros muchas veces provocan que nos volvamos algo locos y perdamos el sentido y me hacen comprender a estas personas que han aborrecido estas fiestas. Por ello, hoy me animo a compartir en este post las reflexiones que me hago a la hora de realizar mis compras navideñas. Espero que te gusten y te sirvan para recuperar el espíritu de estos días.
1. Planificación
Estos días los escaparates están llenos de cosas preciosísimas, pero muchas de ellas no le van a servir a ninguna de las persona a las que quiero hacer un detalle y muchas otras se salen de presupuesto. Para evitar metidas de pata en ese sentido yo intento hacerme una lista con todas las personas a las que me hace ilusión regalar algo y me marco un presupuesto para cada una. Al lado, voy anotando ideas que me vienen a la cabeza, que se ajustan al budget y que pueden servirles.
(foto: El té de las 5 en París)
2. No comprar por comprar
Hace ya muchos años que decidí no comprar por comprar. Es decir, simplemente porque sea Navidad, no tengo que hacer un regalo a una persona si no hay nada que crea que le puede gustar. Prefiero no hacer nada (o hacerle una tarjeta-vale por un regalo sorpresa) y esperar a encontrar algo que me haga ilusión regalarle. En este sentido, la planificación de la que hablaba en el punto uno ayuda mucho a solventar este tema, puesto que con tiempo suficiente, siempre descubre algo útil para cada persona.
3. Regalos handmade
Ya sé que es un tópico, pero intenta ponerlo en práctica y pensar, para cada uno de tus seres queridos, alguna cosa que les pueda ser útil y que puedas hacer tú mismo total o parcialmente. Yo no soy demasiado mañosa que digamos, pero el año pasado, por ejemplo, harta de escuchar a mi madre pedir que le imprimiera fotos de la familia, le regalé un álbum de fotos semi hand made. No me llevó demasiado tiempo y creo que es el regalo que le hizo más ilusión.
(foto: PaperBlog)
4. Regalos locales y de proximidad
Si no estás por la labor de hacer tu mismo los regalos, sí que puedes priorizar las compras de proximidad. En estas fechas hay multitud de mercados artesanales y de diseñadores locales con presentes para todos los bolsillos. Como siempre digo, es increíble la experiencia de comprar algo a la misma persona que lo ha creado. Y el regalo, de una manera u otra, se ve impregnado de esa magia.
En Navidad existen un montón de mercados de artesanía y comercio local. Aquí, un pequeño collage de lo que tuve la suerte de ver este sábado en Palo Alto Market (antes de que lo cerraran).
5. Regala experiencias
Hablando de compras locales y de proximidad, qué mejor que regalar un servicio o experiencia local. Puede ser desde el tradicional masaje o sesión de belleza a un taller para aprender a coser, a bailar el Lindy Hop. Estarás dando trabajo de proximidad y regalando una experiencia que muy probablemente el afortunado o afortunada nunca olvidará. A mí, son los que más ilusión me hacen.
¿Qué mejor regalo que unas clases de baile? ¡Me encanta la energía que transmite esta foto! (la viste en el post del Mercado de Els Encants)
6. Regala sostenibilidad
Sí, no podía faltar en la lista, los regalos sostenibles. Todavía no he conocido a nadie que no se alegre de recibir un presente que, además de ser monísimo de la muerte y super práctico, está hecho teniendo en cuenta el planeta y la salud de las personas. Y es que mola mucho ir por el mundo con un billetero hecho con neumáticos reciclados o una camiseta fabricada con algodón orgánico o bambú.
7. Regalos gourmet
Otro tipo de regalo del que cada vez hago más uso es el de la alimentación. De la misma manera que en estos días las calles se llenan de mercados de Navidad, también son muchísimos los mercadillos de delicatessen de productores locales. Ahora que lo de los lotes de Navidad ha pasado a la historia, ¿a quién no le gusta recibir un buen vino o una tabla de quesos para compartir con los amigos? Con un poco de suerte, te invitarán a catar tu propio regalo.
8. Aprovecha la calle para inspirarte
Esta época del año es ideal para enfundarse el abrigo, la bufada, los guantes y el gorro y pasar horas paseando bajo las luces de Navidad mirando escaparates para inspirarse y alimentar la vista, el olfato y el tacto. En realidad, el sólo hecho de pasear ya es un regalo para uno mismo. Además, quizás en una calle perdida descubres el taller de un artesano con el regalo perfecto para tu sobrino o ves un gadget en un escaparate que te inspira para hacer los envoltorios de tus presentes.
9. El envoltorio
Y es que precisamente el tema de los envoltorios es de los que más me preocupa (y tiene más fácil solución). Creo muy seriamente que de la misma manera que las bolsas de plástico en los supermercados empiezan a ser un lujo, a los envoltorios navideños se les debería añadir un impuesto. ¡Es increíble las montañas de papel de regalo que se acumulan en las basuras tras estas fechas! En lugar de ello, te animo a que te inventes alternativas en ese sentido: desde el recurrente papel de periódico (o de revista en una versión algo más sofisticada) a auténticas virguerías que he visto hacer a la gente con bolsas de plástico recicladas o cuatro cartones. Venga, los mañosos, ¿nos dais ideas para envolver?
(foto: Let it be cosy)
10. ¿¿??
Como siempre que hago estas listas, el punto 10 lo dejo en blanco para animarte a que te estrujes un poco la cabeza y seas tú quien des una recomendación más; esta vez, para convertir las compras navideñas en algo más slow, donde prime la calidad y la intención por encima de la calidad y la cartera.
Y como el tema de hoy me viene como anillo al dedo, aprovecho este post para sumarme a la propuesta de SlowFashionSpain de los selfies con #Yocompro #Yodecido. Y es que aunque no te lo acabes de creer –porque a mí a veces también me pasa-el futuro de la sociedad está en las manos de cada uno de nosotros. Si compramos con cabeza, primando la proximidad, la sostenibilidad y lo artesanal, estaremos construyendo un futuro mejor para todos y todas. ¿Te apuntas?
Con una lista tan completa es difícil añadir algo más… Me encantan todas las ideas! Esturirafi se une al movimiento #yocompro #yodecido!
¡Tengo pendiente hacerme la selfie! Con respecto a los envoltorios, me reservo el comentario porque tengo pensado hacer un vídeo con ideas sobre eso, por supuesto intentando generar los mínimos residuos posibles.
Estoy muy de acuerdo con eso de regalar experiencias y los regalos handmade. Una de mis primas pequeñas me dijo que tenía una muñeca pero no vestidos para jugar con ella, así que me he decidido a hacerle un par de conjuntitos a mano, reutilizando retales de casa y poniendo en práctica mis recién adquiridos conocimientos de costura :p
¡Muac!
Muy buena idea Laura!
Yo tengo otra idea 🙂 hay muchas ONG’s que ofrecen hacer donaciones para algún proyecto a cambio de una tarjeta de agradecimineto. El regalo será la tarjeta y la donación en nombre de la persona a la que estás regalando. Tipo «Gracias Javi por regalarle 10 balones a los niños de la escuela de Etiopia bla bla bla»
Un saludo!