Esta semana me apetece hablar de una marca que acabo de descubrir y cuyo producto me ha encantado. Pero sobre todo, me apetece hablar de ella porque a pesar de su “juventud” ha sido capaz de construir un storytelling, una imagen y una comunicación que la han llevado aparecer en prestigiosos medios de comunicación e incluso a ganar un Red Dot Award, uno de los premios de diseño más prestigiosos a los que se puede optar. Se trata de la firma valenciana minimum squared (m^2). Y espero que sirva de inspiración a todos aquellos que estéis trabajando en vuestra marca.
Detrás de m^2 se encuentra Sanela Kadric, una profesora harta de tener que invertir gran cantidad de espacio en su bolso para ubicar el billetero, en sus propias palabras “uno de los complementos a los que más uso (y a veces abuso) damos diariamente”. Cansada de no encontrar en el mercado la cartera deseada decidió, junto a su marido, de profesión ingeniero, diseñar una cartera “que fuera pequeña, que tuviera varios bolsillos para meter tarjetas y que cupieran billetes de 50 euros sin doblar”. Y dicho y hecho. Con los conocimientos de ingeniería él y las habilidades manuales y sentido estético de ella, había la cartera minimum squared.
Bajo una filososfía de trabajo slow, la cartera está realizada con piel de curtición vegetal (que significa que no se utilizan procesos químicos que son perjudícales para el medio ambiente en el proceso) de una pequeña fábrica de curtidos inglesa. “Me hubiera gustado –me comenta Sanela-, utilizar piel local, pero no supe encontrar a nadie que utilizara métodos de fabricación respetuosos con el medio ambiente y que, además, estuviera dispuesto a vendernos en pequeñas cantidades”. “También –añade-, valoramos utilizar materiales alternativos como la “piel de corcho”, que no dejaba de ser una lámina de corcho sobre un soporte sintético; hasta tela y algodón, pasando por pieles eco. Pero por durabilidad del material, la piel era la mejor opción, y el uso de pieles “ecológicas” sintéticas nos pareció menos sostenible que aprovechar una piel que es un producto orgánico, biodegradable y que, en el caso de animales domésticos, de otro modo se desaprovecharía”. “Supongo que hay muchas maneras de verlo en cualquier caso”, concluye. Completan la cartera hilo de lino encerado que se fabrica en Francia desde 1847 y una goma elástica que produce una empresa familiar de Barcelona con certificación Oekotex100.
Respecto al patrón y la confección, me chifla que ésta se realice íntegramente a mano en el taller que Sanela tiene en Valencia. “El resultado es una cartera muy pequeña (si fuera norteamericana la vendería como ‘la más pequeña del mundo’, jeje), a la que la gente sorprende muchísimo tanto el diseño como el hecho que quepa todo lo que cabe de manera tan compacta”, asegura la ahora diseñadora.
Lo mejor de todo es que con este sencillo producto y recursos muy limitados, la cartera minimum squared ya haya ganado el premio Red Dot en la categoría de producto de este año, algo que normalmente se otorga a grandes multinacionales con completos equipos de diseño, de comunicación y de marketing. “En este caso –como nos comenta Sanela- toda la empresa soy yo con el apoyo de mi pareja”.
Si eres diseñador de moda o simplemente estás pensando en lanzar al mercado cualquier marca, te animo a que le eches un vistazo a la comunicación e imagen de esta firma que, con muy escasos recursos, ha sabido invertir esfuerzos y recursos donde realmente se necesita: en el producto, que por supuesto tiene que ser siempre excelente, pero también en una buena fotografía, un buen diseño, un buen storytelling, y unos materiales de comunicación –página web, nota de prensa, redes sociales-, sencillos pero estéticamente impecables y corporativamente más que correctos. Y para más inspiración, échale un vistazo a los ganadores de los Red Dot Award de otras ediciones.
Con ganas de ver más propuestas de moda sostenible capaces de ganar un Red Dot Award. Y es que como asegura el profesor Dr. Peter Zec, fundador y presidente del Red Dot Award: “Con su trabajo, los ganadores del Red Dot no solo manifiestan una extraordinaria calidad de diseño, sino que también muestran que el mismo es una parte integral de las soluciones innovadoras del producto.”
Hola Sònia! gracias como siempre por tus posts 😉
En esa ocasión voy a ser un poco criticona… la cartera me parece muy buena idea y felicito a la marca por sus logros 🙂 pero bueno 150€ me parece más que abusivo, y soy una consumidora de moda ética que sabe que si las cosas están bien hechas, bajo unas condiciones labores y medioambientales éticas, tienen un valor y por lo tanto precio más alto. Pero 150……..puf..
Bueno y al tema, yo incluyo dentro de los modelos sostenibles de moda a aquellos que respetan el medio ambiente y la vida y derechos de los animales. Por tanto al leer en su web, antes de leer tu post completo, que el material que usaban era piel de cabra pues como que ya no tenía más interés. Pero aún así me he leído el post. Y creo que el término «curtido vegetal» podría incluir una especificación/aclaración ya que puede llevar a error y pensar que se trata de un «cuero falso» o «cuero vegano» hecho con materiales vegetales (por cierto, ¿conoces Piñatex? es genial!!!!!).
Pues eso, que quería compartir mi opinión al respecto.
Un saludo!!!!
Hola Merchita,
¡Muchas gracias por tus comentarios!
Sobre el precio no voy a entrar porque el valor de las cosas es muy relativo, jeje. Sobre la piel, curtición vegetal significa, como se detalla en el breve diccionario de la moda sostenible que elaboré hace ya un tiempo (https://www.sogoodsocute.com/diccionario-de-la-moda-sostenible/) que no se utilizan procesos químicos que son perjudícales para el medio ambiente en el proceso de curtición. Tienes razón que quizás falta clarificar (ahora mismo añadiré esa info).
Piñatex es una pasada, sí. Aquí hablé un poco del tema: https://www.sogoodsocute.com/novedades-en-tejidos-ecologicos-y-naturales/
De nuevo, mil gracias por tus comentarios. ¡No dejes de hacerlos!
sònia
Hola Sònia! Gracias por tus posts, como siempre! 🙂