Decorar las paredes con objetos olvidados

Me encantan las casas con las paredes repletas de obras de arte y admiro muchísimo a las personas que ven un cuadro y tienen clarísimo que lo quieren y saben dónde lo van a colocar. Creo que demuestra una enorme sensibilidad artística y capacidad crítica. A mí esto sólo me ha pasado una vez en la vida, y fue con un cuadro de Carlos Pimenta, un artista visual 100% upcycling. ¿Os apetece conocerle?

Carlos Pimenta, artista visual

Carlos Pimenta es de origen canadiense, aunque ha crecido en Portugal y, desde hace ocho años, vive en Barcelona. Se trasladó a la ciudad Condal con la firme intención de seguir desarrollando su carrera profesional, vinculada a la publicidad y el marketing, pero al poco de llegar aquí, casi sin darse cuenta, empezó a recoger pequeños objetos que encontraba en tiendas y mercados de segunda mano para darles una nueva vida sobre lienzos improvisados que recuperaba de cuadros abandonados o, sencillamente, sobre un trozo de madera. Y desde entonces, no ha parado.

Una agradable cena con Carlos Pimenta que me permite conocer más detalles del proceso de creación del artista

“Hago lo que hago –me comenta- sin ninguna pretensión, sólo sé que hay objetos olvidados que me piden convertirse en aquello que les hubiera gustado ser. Un poco lo que me ha pasado a mí.” La silla de una casa de muñecas, un pedazo de un violín, una lija o una correa de reloj rota. Para Carlos todo tiene derecho a vivir una nueva vida. “Suena extraño –añade-, pero a veces me da la sensación de que los objetos olvidados me llaman, me hablan, me desvelan sus secretos y me piden que les convierta en lo que les hubiera gustado ser”.

Blind mice (8ª colección). Es increíble la cantidad de detalles con los que cuenta cualquier obra del artista, siempre realizada a partir de objetos que ha encontrado o que le han regalado

Los que seguís el blog, conocéis mi obsesión por imaginar la vida que ha tenido un objeto antes de llegar a mis manos, con lo que no es raro que, al ver sus cuadros, quisiera uno. ¡El problema era decidir cuál! Al final elegí Unexpected (de su cuarta colección), ya que pensé que las letras que en él aparecían (creo que proceden de un juego infantil) me inspirarían ante el folio en blanco, uno de los principales temores de aquellos que nos dedicamos a escribir. Y la verdad es que así ha sido. Incluso un día escribí sobre el propio cuadro:

“Letras, letras … muchas letras desordenadas que me miran y remiran mientras trabajo en mis escritos. Y cuando las palabras no salen, sólo me hace falta mirarse en este cuadro para que dentro de mi cabeza las vocales y las consonantes se ordenen y formen aquellas palabras que no querían despertar. Soon well you know … Muy pronto sabrás …”.

Unexpected (4ª colección), el primer cuadro que tuve de Carlos Pimenta

Unos años después, cuando me mudé de casa, le pedí a Carlos un cuadro “a medida” para decorar la cabecera de la cama. El resultado fue Sugar&Spice, una obra muy dulce a primera vista, pero que si se mira en detalle contiene altas dosis de picante, ideales para alegrar cualquier alcoba. Lo más increíble de sus creaciones –y Sugar & Spice es un clarísimo ejemplo– es que integran tantísimos detalles que puedes mirar sus cuadros una y mil veces y siempre, siempre, descubrirás algo nuevo en ellos. Ideal para las noches de insomnio. Os invito a probarlo.

Sugar and Spice (7ªcolección) es el cuadro perfecto para ocupar la cabecera de mi cama.
Lleno de detalles que hacen las noches más dulces… o más picantes, según se quiera 😉

Ocho años después de empezar esta aventura, Carlos Pimenta ya ha creado más de 100 obras que ha expuesto en galerías de Barcelona y Lisboa. Precisamente estos días la capital de Portugal acoge una exposición del artista (Urban Science –Rua de Pradaria 22. 2ª. Lisboa). Si no tenéis la suerte de estar por la ciudad del tranvía amarillo, podéis disfrutar de sus creaciones a través de su página web, en la que también se pueden comprar online los cuadros de su séptima y octava colección.

¿Con cuál os quedáis?