
En colchas, cojines, papel pintado, manteles… e incluso en prendas de firmas como Hermés. Hace un buen tiempo que observo cómo se está poniendo de moda un tipo de estampado que me atrae mucho pero que, si te digo la verdad, nunca me había parado a pensar de dónde venía.
Hoy me alegra poder contarte que se trata de un estampado inspirado en los bordados otomíes, también conocidos como tenangos; tapices procedentes de una región de México llamada Tenango Doria, a poco menos de 200 kilómetros de Ciudad de México. Son los bordados que las creativas mujeres de la zona dibujan y tejen desde tiempos ancestrales y a través de los cuales nos cuentan su historia, tradiciones y culturas; bordados realizados manualmente o con sencillos telares que utilizan hilos de colores tintados de manera natural. Bonita historia, ¿verdad?
Pues todavía es más bonito haber podido conocerla de la mano de Germán López, mexicano residente en Barcelona que recientemente ha puesto en marcha Keewel Textil (piel textil en maya), una pequeña firma que persigue poner en valor así como dar a conocer el arte y las artesanía de las distintas áreas de México reconvirtiendo el trabajo de los artesanos del país – como los tenangos- en objetos funcionales para el modus vivendi de hoy día.
Su primera colección, Luz a vidas desbordadas, consiste en la creación de unas cajas de luz realizadas a partir de increíbles tenangos de las tejedoras de Tenango de Doria y que, dispuestos así, funcionan sobre estanterías, mesas o paredes aportando una calidez especial a cualquier espacio. Una muy buena manera de acercar la artesanía a la decoración de interiores más actual. Puedes ver toda la colección en la web de Keewel Textil, aunque si estás por Barcelona también merece la pena que te acerques al restaurante Bliss (n pleno centro) donde actualmente están expuestos.