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¿Cómo se recicla el plástico que tiras al contenedor amarillo?

¿Cómo se recicla el plástico que tiras al contenedor amarillo?

Seguramente ya lo sabes, pero cuando en España una empresa pone en el mercado un envase doméstico de plástico, aluminio, metal o papel-cartón, lo hace imprimiendo un punto verde, que significa que ha pagado un porcentaje para que Ecoembes recicle dicho envase.

Ecoembes es una sociedad anónima (aunque en su web se empeñen en decir que es una entidad sin ánimo de lucro) que nace en 1996 de la mano de los principales productores y distribuidores de este tipo de envases con el objetivo de dar respuesta a lo que la Unión Europea ha establecido como “principio de responsabilidad ampliada del productor”, que supone la obligación a los fabricantes de aceptar y eliminar los productos devueltos tras haber sido utilizados.

Ecoembes es una sociedad anónima, aunque en su web se empeñen en decir que es una entidad sin ánimo de lucro.

El envase amarillo no era la única opción, puesto que un sistema muy interesante podría haber sido el de implementar un SDDR (Sistema de Depósito, Devolución y Retorno), que consiste en que el consumidor pague un precio por el envase (en realidad ya lo está haciendo ahora de manera indirecta con el punto verde) y cuando lo retorne se le devuelva este importe. Este sistema, además de fomentar la recogida, facilita que el envase regrese a la cadena de producción para ser reutilizado o, en caso que no se pueda, reciclado de alta calidad, ya que como solo se recoge un tipo de envase la calidad del material es muy buena y no se produce downcycling.

El SDDR, además de fomentar la recogida, facilita que el envase regrese a la cadena de producción para ser reutilizado o, en caso que no se pueda, reciclado de alta calidad.

Pero Ecoembes prefirió el modelo del ‘contenedor amarillo’, donde en lugar de la recogida y el reuso se fomenta la generación de residuos para un posible posterior reciclaje que, como vemos en el informe de Greenpeace, muchas veces ni se produce. Y es que, con el sisetma actual lo que sucede es que con el dinero que cada empresa paga a Ecoembes y después que el ayuntamiento de cada municipio lleve los contenedores amarillos a las plantas de clasificación de residuos y los separe, Ecoembes paga a los ayuntamientos según el peso de lo recogido. Es decir, Ecoembes cobra por envase fabricado pero solo paga por envase recogido. Y parece que sólo se está recogiendo el 40% y reciclando el 25%.

Ecoembes cobra por envase fabricado pero solo paga por envase recogido.

Posteriormente, este material clasificado es vendido por Ecoembes a empresas recicladoras para que lo reciclen. Y aquí acaba el trabajo de Ecoembes, que contabiliza como “envase reciclado” al material clasificado vendido a las empresas recicladoras. Pero esto no es exactamente así, puesto que mucho de este material no puede reciclarse (como es el caso de los Tetabrick, del que solo se puede reciclar el papel) y acaba incinerándose con la excusa de generar energía (aunque quemar plástico es de las formas más tóxicas de conseguirla), en vertederos ilegales, o enviado ilegalmente a países en desarrollo. Eso por no contar la cantidad de incendios fortuitos que se dan en los almacenes de ciertas empresas gestoras de estos residuos y que, curiosamente, solo afectan al contenido pero nunca al continente. Y todo es tan confuso que en realidad no hay datos de cuánto se recicla realmente.

Ecoembes contabiliza como “envase reciclado” al material clasificado vendido a las empresas recicladoras.

Todo esto es precisamente lo que se cuenta en detalle en Ecoembes miente: desmontando los engaños de la gestión de residuos de envases domésticos, el informe que ha elaborado Greenpeace siguiendo el rastro de los contenedores amarillos tanto en España como en algunos países del sudesteasiático y que, sinceramente, pone los pelos de punta.

En este video podéis ver muy esquemáticamente lo que viene a decir el informe:

Como en So Good So Cute queremos fomentar el positivismo (sin ser naif, por supuesto) queremos quedarnos con lo mejor de esta situación y animaros a:

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1. Leer el informe (o cómo mínimo la noticia ampliada) de Greenpeace para que tengáis más información sobreel tema. Y, si os convence, lo difundáis con el hashtag #EcoembesMiente.

2. Reducir drásticamente el consumo de plástico de un solo uso, intentando comprar a granel. Así no fomentáis estas malas prácticas y, lo que es mejor, conseguiremos reducir el consumo de plástico inútil, que al final es de lo que se trata.

3. Intentes sacar el máximo partido al plástico que tienes en casa, reutilizándolo, haciendo manualidades, y lo que se te ocurra para que viva el mayor tiempo posible siendo útil.

4. Sigáis depositando los envases en el contenedor amarillo, porque aunque no se reciclen todos y algunos se estén lucrando mucho con ello, al menos algo sí se recicla y lo que no podemos hacer es empeorar la situación. Además, ya que se lucra tanta gente en el negcio, al menos que hagan algo.

Si nos informamos, hacemos presión, seguimos reciclando y reducimos el uso de plástico, además de contribuir  a un planeta más sostenible  conseguiremos que las cosas cambien. Porque si nada se hace, nada cambia.

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