De familia de joyeros, Sergio Murcia lleva en su ADN el saber hacer de la alta joyería y ha dedicado toda su carrera profesional a este sector y, concretamente, al de los diamantes. Pero para Sergio (solo hace falta hablar un rato con él para darse cuenta) la joyería es mucho más que una profesión, es una pasión. Por ello no es de extrañar que no haya parado de viajar e investigar hasta crear MIMOKE, una marca española de alta joyería especializada en ofrecer joyas elaboradas con diamantes creados -atención- por personas en laboratorios.
– Sergio, ¿los diamantes no se extraen de la tierra?
No necesariamente. Es cierto que cuando hablamos de diamantes tenemos en mente una gema preciosa que se ha extraído de una mina, pero desde hace muchos años es posible crear diamantes en el laboratorio.
– Querrás decir imitaciones de diamantes.
No, no, son diamantes auténticos y certificados. Serían una imitación si se parecieran mucho. Pero son idénticos a los que se extraen de las minas. La única diferencia es que tardan mucho menos tiempo en crearse y los procesos de obtención son mucho más sostenibles y respetuosos.
«Son diamantes idénticos a los que se extraen de las minas. La única diferencia es que tardan mucho menos tiempo en crearse y los procesos de obtención son mucho más sostenibles y respetuosos»
– ¿Cómo se crea un diamante en un laboratorio?
De la misma manera que los diamantes que crecen en la naturaleza, todo empieza con una semilla de carbono. En este caso, las semillas de carbono se colocan en reactores de plasma que emulan las condiciones de alta temperatura y alta presión que ocurre en el manto de la tierra. De esta manera conseguimos la cristalización del mineral, de la misma manera que el diamante de minería.
En realidad, en la industria hace muchos años que se trabaja con diamantes creados en laboratorio para múltiples empleos en las industrias de semiconductores, abrasivos y óptica, entre otras, pero ha sido en los últimos años en los que se ha popularizado el uso en la alta joyería.
– ¿Y puede certificarse?
Naturalmente. Son los mismos laboratorios gemológicos más prestigiosos a nivel internacional como GIA, IGI o HRD que los emiten. Los certificados resultantes son exactamente iguales a los del diamante natural, con la diferencia de la especificación de la tecnología utilizada.
– A nivel social los beneficios de los diamantes creados son bastante evidentes.
Sí. Y es que por más respetuoso que sea el sistema de extracción de diamantes, el trabajo en una mina es muy duro y muy peligroso. Además, el sector minero solo deja un 2% del dinero que genera en la región. El beneficio real se lo quedan las grandes corporaciones. Eso, si hablamos de la minería adherida al protocolo de Kimberley. En cambio, en el caso de los diamantes creados, estos generan trabajo seguro y cualificado.
Pero además, el diamante creado permite democratizar la alta joyería y que muchas más personas tengan acceso a una piedra preciosa como ésta. Puede parecer muy frívolo, pero en Estados Unidos, por ejemplo, está muy arraigada la tradición del anillo de pedida, que implica que el novio tenga que invertir dos o tres sueldos en esta pieza, algo que angustia a estas parejas. Con los diamantes creados estamos abriendo un nuevo mundo a estos jóvenes que compran diamantes creados por economía pero también por principios.
– ¿A nivel ambiental sale tan a cuenta el diamante creado?
Por supuesto. Solo evitar la perforación de las minas y todos los impactos ambientales que ello supone, como puede ser el desvío de ríos que abastecen a poblaciones locales y sus plantaciones agrícolas, la deforestación o la interrupción de la evolución de la fauna y la flora local para hacer rutas de transporte, ya es un gran logro.
Pero es que además, aunque los procesos que se utilizan en laboratorio para imitar la naturaleza tienen un consumo energético considerable, este es muy inferior al que implica la extracción de diamantes de las minas. Por ejemplo, las emisiones de carbono en laboratorio son de 0,078 gr por quilate producido mientras que en la naturaleza son de 57.000 gr por quilate producido. Por lo que respecta al consumo de agua, en laboratorio son consumidos 82 litros por quilate producido mientras que en el medio natural son consumidos 577 litros por quilate producido. Aún así, nuestro reto actual es trabajar con proveedores que cuenten con diamantes de emisiones cero, con los cuales estamos cerrando acuerdos actualmente para poder ofrecerlos a nuestros clientes.
«Las emisiones de carbono en laboratorio son de 0,078 gr por quilate producido mientras que en la naturaleza son de 57.000 gr por quilate producido».
– ¿Qué otras ventajas me ofrece el diamante sintético?
La belleza del color. En la naturaleza pueden encontrarse diamantes de diversos colores pero como puedes imaginar a excepción del amarillo son realmente escasos. Y por ende, de precios elevadisimos. Desde MIMOKE podemos ofrecer diamantes bellísimos de color. Recientemente tuvimos el caso de una clienta, una señora bastante mayor, que llevaba muchísimos años buscando un diamante rosa. Para ella el precio no era importante, pero no había manera de encontrarlo. Cuando vio lo que podíamos ofrecerle, y además a un precio muy competente, se quedó maravillada.
– ¿Y qué opinan las joyerías tradicionales?
Naturalmente, ha habido y todavía hay muchas reticencias. Los cambios, en cualquier sector, cuestan, y más en éste. Pero el tiempo y las evidencias nos están dando la razón. Cada vez son más las personas que se decantan por este tipo de diamante, y no solo por el precio, si no por moral y por motivos ambientales como sociales. El diamante creado no resta clientes si no que amplía el público. Creo que la joyería tradicional debería preguntarse quién no está entrando en su tienda y por qué.
Para saber más
MIMOKE es una firma de alta joyería creada en 2019 en Barcelona. En MIMOKE solo se trabaja con diamantes creados en el laboratorio y con metales nobles reciclados. Todo con el objetivo de democratizar la alta joyería y disminuir el impacto ambiental y social de este sector. Para poder ofrecer una gran variedad de piezas, todas las joyas están disponibles en tres colores de oro de ley y en la mayoría de ellas se puede elegir el tamaño del diamante principal. Además los clientes más atrevidos pueden diseñar su propia joya en el Atelier de MIMOKE.