Hoy quiero hablaros de mi fabulosa, fantástica, maravillosa, práctica, cómoda y, cómo no, sostenible, bicicleta: una Brompton rosa pastel que quita el hipo. ¡Y es que estoy loca por ella! Diría que ha sido mi mejor inversión si no fuera porque no la tuve que comprar, me la regalaron hace ya muchos años, y es, sin duda, el mejor regalo material que he recibido en mi vida…
Me encanta la marca Brompton porque creo que no hay bicicleta plegable más bella en el mercado: su diseño, aunque al principio puede costar de comprender, a los pocos días enamora; está disponible en distintos modelos y variados colores, desde tonos vivos a tonos pastel, pasando por los sobrios negro o metalizados. Además, como los “brompteros” somos unos freaks de la bicicleta, la marca cuenta con multitud de accesorios para adaptarse al estilo de vida de cada persona. Yo la mía la tengo equipada con sillín y puños de cuero Brooks England, cesto delantero de quita y pon de la marca Brompton y ruedecillas posteriores de skate para facilitar su arrastre.
Los aspectos “good” de esta marca british son casi interminables: en primer lugar, la propia razón de la empresa, que al dedicarse a la producción de bicicletas como medio de transporte y conseguir crear un producto deseado por los más “it”, colabora, per se, en la reducción de emisiones de CO2 y en un concepto de vida más sostenible. Además, Brompton trabaja con el Gobierno británico promoviendo el uso de la bicicleta como medio de transporte. A nivel de producción, la marca tiene muy en cuenta la durabilidad del producto, lo que ha convertido a sus bicicletas en un bien para toda la vida. Y por si todo esto fuera poco, en los valores de la empresa se encuentra el principio de las 3”R” (reducir, reutilizar y reciclar), ya sea gestionando ellos mismos las operaciones comerciales para evitar la contaminación; teniendo en cuenta el origen e impacto ambiental de los bienes y servicios que utilizan al fabricar sus bicicletas; o minimizando año tras año su huella de carbono, entre un largo etcétera. Podéis ver su política de responsabilidad social y medioambiental aquí.
Mi bicicleta (y todos sus accesorios) fueron adquiridos en Cap Problema. Para mí, la mejor tienda de bicicletas de Barcelona, especializada en esta marca y dónde desde hace 20 años, con Dani Milián a la cabeza, cuidan al máximo los detalles y la calidad. Si estáis por Barcelona y os gustan las Brompton, no dejéis de visitar esta bella tienda escondida tras la muralla romana que flanquea una de las entradas a la antigua Barcino. Os prometo que no os defraudará.
La camiseta que llevo en esta foto (siento que no se pueda apreciar mejor) la conseguí precisamente en Cap Problema 😉 y es de la Brompton World Championship de este año, una divertidísima competición que la marca organiza anualmente para apasionados de esta bicicleta y en la que cuenta tanto la velocidad como el outfit que utilices en ella. Participar es una de mis asignaturas pendientes.
Bueno, después de este post no sé si Brompton me hará algún descuentillo en mi próxima compra, pero al menos espero haberos dado a conocer uno de los productos más cute y más good que conozco para pedalear por la ciudad. Y recordar, all you need is bike 😉
¡Gracias por los comentarios!
Firmo cada una de las frases. Propietaria de una brompton color rojo intenso desde 2003!