Gafas de sol artesanales, gafas que nunca pasan de moda

Con la llegada del verano, los días de playa y las tardes de terracita me he dado cuenta que necesito, urgentemente, unas gafas de sol. Bueno, en realidad no las necesito, y mucho menos urgentemente, pero es que últimamente veo gafas de sol artesanales tan chulas y hechas teniendo en cuenta el impacto ambiental  social que conlleva su producción, que no he podido resistir la tentación de hacer un listado de propuestas interesantes. ¿Te apetece conocerlo?

1. Papp-up, los artistas del papel

Viajamos hasta Bucarest para conocer a Cantemir Gheorghiu y su invención: unas gafas de papel que incluso han desfilado en la “Berlín Fashion Week”. Las gafas están realizadas de manera totalmente artesanal en un taller social en Alemania y su “secreto” es la lubricación del papel con aceite de madera, totalmente inocuo, algo que les proporciona resistencia al agua y le da al marco la consistencia y aspecto final. Muy divertidos los diseños y acabados de algunos de los modelos. Si la propuesta te ha sonado de algo probablemente es de la colaboración que la firma llevó a cabo el verano pasado con nuestros queridos amigos de Thinking Mu.

2. Mosevic, procedentes de jeans reciclados

Con la boca abierta me quedé al ver estas gafas cuya montura (no solo el recubrimiento) están realizadas con tela de vaqueros desechados. Se trata de un invento de Jack Spencer y Alex Boswell, dos amigos de Cornualles (Reino Unido) que han desarrollado un sistema para prensar el vaquero mezclándolo con una resina sintética y que acaba creando un material duro que ellos llaman “denim sólido”. A partir de ahí cortan las tramas con maquinaria controlada por ordenador y crean estas divertidas gafas que realizan íntegramente en su taller. Complementan las gafas de sol unos cristales polarizados, unas bisagras y unos cables de acero para reforzar las patillas.

3.Shwood, experimentando con la naturaleza

La piedra. Aunque esta empresa de gafas de sol con sede en Portland (Estados Unidos) comenzó, como muchas, creando monturas a partir de la madera, la primera vez que me fijé en Shwood fue por estas gafas de piedra que consiguieron experimentando con la naturaleza y fusionando su materia prima original con trozos de roca. El resultado, bellísimo.

Restos orgánicos. Per no contentos con ello, ahora descubro que la firma ha continuado experimentado con la naturaleza (frase que ya se ha convertido en su eslogan) para inventar ahora un nuevo material conglomerado de restos que podemos encontrar en cualquier bosque.

Lo que más me gusta de Shwood es que, además de que tienen muy claro que la moda orgánica, más que ninguna otra, tiene que contar con altas dosis de diseño, también han entendido la importancia de saber contar la historia que hay detrás. Sus videos –que te recomiendo que no te pierdas- son un clarísimo ejemplo.

4. Vinylize, para nostálgicos del vinilo

Con el lema “reutilizar, reciclar y conservar” nace en 2004 en Hungria esta marca que crea gafas a partir de vinilos fuera de uso y también de restos de película. Todas y cada una de las gafas están hechas a mano de manera artesanal.

Pero no te lo pierdas, las fundas también están hechas con este material. Aunque de diseño no me gustan tanto como las gafas en sí –quizás estamos abusando-, tengo que decir que la idea es genial. Y muy sostenible, naturalmente.

5. Favaritx, gafas a partir de tela

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Muy pocos meses de vida tiene Favaritx, la marca de gafas de sol nacida en Viladecans (Barcelona) y cuyo valor diferencial es que se trata de gafas con montura de… tela. Aunque no he tenido la oportunidad de verlas en directo, parece que son igual de duras que cualquier gafa convencional y también son lavables. La idea surge cuando a una de las fundadoras se le cayó pegamento en la falda y comenzó a investigar sobre el endurecimiento del textil. Tres años después han conseguido sacar al mercado una propuesta de gafas a base de láminas de tejido endurecidas con procesos catalizadores de resinas. “Nuestros diseños están dirigidos a un público sensible con la moda, la exclusividad y las marcas nacionales y artesanales”, cuenta Sandra Debón, fundadora de la marca y responsable de comunicación, en una entrevista reciente para SModa.

6. Carla Colour, sostenibilidad de incógnito

Difícil es saber a simple vista que las deliciosas gafas vintage de Carla Colours son sostenibles. Y es que ni en su web (ni en la mayoría de las entrevistas a la diseñadora) se menciona este tema. Aún así, las gafas de sol de Carla Colour están realizadas en el Reino Unido con un pulpa de madera y fibras de algodón. Lo que más me ha gustado de la marca es, sin lugar a dudas, la belleza del producto y de las campañas de esta firma que nació cuando su creadora –Carla- se quedó embrazada de mellizos y decidió dar un cambo de rumbo a su vida. Las quiero.

Y qué, ¿tú con cuál te quedas? Yo, todavía dudando… Me las compraría todas 😉

Imagen portada: Carla Colour.