Cada vez somos más las y los que, a la hora de comprar, buscamos las opciones más sostenibles. El problema llega a veces en la dificultad de encontrar lo que queremos en su versión más good y más cute y, luego, que nuestra economía se lo pueda permitir. Por ello nos hace mucha ilusión cada vez que descubrimos un nuevo proyecto de moda sostenible que encaja con nuestra filosofía y cubre una necesidad del mercado. Y éste, sin duda, lo es. Se trata de las sneakers sostenibles de LAÜD. Unas zapatillas deportivas para combinar con cualquier outfit realizadas con materiales reciclados y hechas en su totalidad en España y, concretamente, en Elche, la cuna del calzado y la ciudad natal de Oneida Román, la impulsora de la marca. Hemos conversado con ella para que nos cuente cómo se le ha ocurrido llevar a cabo este proyecto y por qué la próxima vez que necesitemos unas sneakers deberíamos pensar en las de LAÜD.
– Oneida, ¿por qué decides crear una marca de calzado sostenible?
Para mí, más que una marca es un proyecto, puesto que detrás de la zapatillas en realidad hay el objetivo de visibilizar que sí es posible realizar calzado sostenible y que sobre todo las multinacionales son las que más capacidad tienen pero no quieren hacerlo por no renunciar a beneficios estratosféricos.
«Sí es posible realizar calzado sostenible pero las multinacionales no quieren renunicar a beneficios estratosféricos».
– ¿Por qué es importante que el calzado sea sostenible?
Además de por todo el tema medioambiental, para mí es muy importante la industria y el oficio. Las grandes firmas se han dedicado a llevar sus producciones a países asiáticos porque el margen de beneficio es mayor, pero eso es cavarse la propia tumba porque nos estamos quedando sin industria. Además, me da mucha pena que se pierda un oficio del que en Elche, en concreto, sabemos tanto y que si no se cuida desaparecerá.
– ¿De dónde viene tu conocimiento de la industria del calzado?
Mi familia se dedica a la empresa auxiliar del calzado, de manera que he tenido el ofico siempre muy cerca. Y supongo que la pasión y el amor que siento por el tema del calzado me viene un poco de ver como mi abuelo, mi padre y mi tios siempre han estado involucrados en este sector. Además, cuando acabé mi formación profesional entré a trabajar en una multinacional del calzado. Allí fue donde precisamente conocí a Inma Peñate, cuyos conocimientos en calzado sostenible han sido claves para desarrollar el proyecto. Las dos nos reencontramos tiempo después de dejar la multinacional y decidimos unir nuestra pasión y conocimientos para poner en marcha el proyecto.
Para saber más
No te pierdas la entrevista que hicimos a Inma Peñate con motivo del lanzamiento de su libro Calzado sostenible.
– ¿Qué tienen de especial las zapatillas de LAÜD?
Sencillamente son unas sneakers confeccionadas íntegramente en Elche y en las que para su creación se ha utilizado materiales reciclados, tejidos veganos, restos industriales y restos orgánicos, como ha sido el uso del café. Eso sí, hemos creado el modelo desde cero, sin utilizar ninguna horma existente ni parte prefabricada. Eso era muy importante para mí. Yo tenía claro cómo quería que fueran y a partir de ahí buscamos las soluciones más sostenibles para hacerlo realidad. Esto, que es muy fácil hacerlo con materiales no sostenibles, con materiales reciclados es mucho más complicado, porque la oferta es más limitada y normalmente las marcas de zapatillas sostenibles se adaptan a lo que encuentran. En cambo nosotras, partiendo desde nuestra idea, no hemos querido renunciar a ninguna de nuestras premisas.
«LAÜD son unas sneakers confeccionadas en Elche con materiales reciclados, tejidos veganos, restos industriales y restos orgánicos».
– ¿Y cuáles eran estas premisas?
Pues que fuera una zapatilla estéticamente atractiva, que fuera deportiva pero sirviera para vestir con cualquier outfit y que fuera cómoda. Y naturalmente, que fuera sostenible. Hay marcas que venden zapatillas recicladas que solo tienen de reciclado los tejidos. Yo no quería verdades a medias. Y al hacerlo desde cero hemos conseguido lo que pretendíamos.
– ¿Habéis contado con ayuda para el diseño?
Sí. La tercera pata del proyecto es Irene Brotons, experta en diseño de calzado sostenible. Ha sido importante contar con ella por sus conocimientos específicos en este campo, ya que los materiales reciclados a veces no se comportan ni responden igual a las altas temperaturas de los hornos, los cosidos y vueltos, los montados de punta y talón, etc. La fase de testeo y prototipado ha sido muy larga e intensa.
«La fase de testeo y prototipado ha sido muy larga e intensa».
– ¿Cuánto tiempo habéis tardado en crear el proyecto?
Empezamos en septiembre de 2019. Sacar un calzado nuevo al mercado normalmente supone nueve meses de trabajo, pero con la pandemia se ha alargado un poco.
– ¿Y qué tal está siendo la respuesta del mercado?
Pues la verdad es que muy buena. Cuando creamos las zapatillas pensábamos que nuestro público serían personas con una alta sensibilidad social y ambiental que buscaban este tipo de producto, pero ahora estamos viendo que muchos de los compradores y compradoras lo hacen porque les gusta el diseño y el tema sostenibilidad es un añadido. Me gusta que sea así porque de este modo seremos capaces de generar un cambio real.
– ¿Y alguna cosa que se haya quedado pendiente del proyecto?
Sinceramente, me hubiera gustado que la zapatilla fuera más económica. Aunque hay muchas senakers en el mercado cero sostenibles mucho más caras que LAÜD (94,95 €) , yo quería hacer un producto que se pudieran permitir todos los bolsillos, porque los productos sostenibles deben poder llegar a todo el mundo. En el futuro, esperamos poder hacerlo.
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