La semana pasada, y coincidiendo con el primer post del año, te preguntaba qué hacías para lograr los objetivos que te marcabas, una manera para tomar conciencia de los propósitos para este 2016 y ver cómo se pueden hacer realidad.
Entre las respuestas recibidas (¡gracias a todos los que comentasteis!) aparecen la constantes de la perseverancia, el ponerse metas y el pensar en la recompensa y satisfacción de haberlos hecho realidad. Mi estrategia, como te contaba el año pasado, se basa en hacer una lista con esos retos, que tienen que ser pocos y concretos, y llevarla siempre encima para revisarla periódicamente y no perder el rumbo. También te contaba que normalmente no me gusta compartirlos, medio por vergüenza medio por superstición, jeje.
Aún así, este año –en el que además me he puesto muy pocos retos más allá de seguir haciendo como hago- sí me apetece compartir uno que incorporé tras de leer el post de Valentina Thörner (aka Vale de Oro) en el que nos invita a pensar en cosas que nos hacen sentir bien. “Normalmente la planificación incluye un montón de actividades más o menos inspiradoras que te permiten acercarte a tus objetivos […] Vamos, se trata de una lista de obligaciones, de cosas que ‘tienes que hacer’”, expone Val. A lo que añade un comentario al que desde lo que leí no he podido parar de darle vueltas: “Lo que casi nadie elabora es una lista del bienestar, llena de actividades y cosas que te permiten recargar las pilas y generar la energía que necesitas para cumplir con estos objetivos ambiciosos”. ¡Cuánta razón!
En Lush parece que también se apuntan a «los momentos exquisitos». Esto es lo que me encontré dentro de la bolsa de Lush Las Arenas al llegar a casa. Esta semana uno de mis momentos exquisitos será hacer correr esta «cadena de favores al azar». ¡Me encanta!
Por ello este 2016, e inspirándome en Val, mi firme propósito es no terminar ningún día sin haber hecho algo que me haya hecho sentir bien y hacerlo de manera consciente. Ya puede ser guardar espacio para dar un paseo, quedar para merendar con las amigas, levantarme más pronto que nadie para escribir, visitar a mis padres, encerrarme en el baño para someterme a una sesión de belleza con cosmética natural, cocinar una tarta, pasar una tarde entera leyendo, hacer un regalo a un ser querido o meditar. Grandes o pequeñas acciones que hagan sentir que ese día ha merecido la pena y me recuerden que de vida solo hay una y se debe vivir con plena conciencia. Y es que como decía la gran Audrey Hepburn: «Al menos una vez al día deberíamos tener un momento exquisito”. Yo, este 2016, me he propuesto tener como mínimo 366, uno por cada día del año.
Hoy, aunque espero que no sea el único, mi momento exquisito será el placer de poder decir a 10 personas que han ganado una de las tote bag que la tienda online de moda sostenible I feel dress me ha regalado para sortear entre los seguidores de sogoodsocute (+info del sorteo). Aquí tienes el resultado de ganadores –sorteo realizado con Sortea2- a quienes os enviaremos un correo electrónico para que nos facilitéis vuestra dirección postal para haceros llegar la bolsa.
Muchas gracias a todos los que habéis participado en el sorteo y a Laia de I feel dress por hacerlo realidad. ¡Y felicidades a los ganadores! Y muchísimas gracias Val por inspirar este post.
Y para ti, ¿cuál podría ser un momento exquisito?
¡Feliz semana!
Hola Sonia! Mucas gracias! Qué ilusión! Y mucha razón con el post. Yo gracias a una amiga dejé de trabajar como loca y ahora me tomo mis descansos, mis domingo en familia, mis fines de semana de desconexión… y al final hasta eres más productiva.
Un beso y ánimo con tu propósito!
Laura
¡Grande! ¡Cuánta razón! Si es que en el fondo las cosas son así de fáciles. 🙂